Hola, hola, creo que ya es hora de conocernos un poco más en el ámbito personal. Ya han tenido la oportunidad de leer tres artículos anteriores, escritos específicamente para ir ambientando los contenidos de este interesante blog.
¿Qué les diré? nendarg es un acrónimo de mi nombre y mis dos apellidos. No más comentario al respecto. Lo trascendente es que soy una muy orgullosa mestiza andina con quien la vida ha sido especialmente generosa para brindarme las oportunidades más increíbles y alucinantes que puedan imaginar. A algunas, para mi bien, las he reconocido y tomado y, a otras (lo lamento) las he dejado pasar sin siquiera evaluarla. …. Abundancia y carencias de todo tipo…, materiales, emocionales e intelectuales. Éxitos que me han mostrado el camino correcto y algunos fracasos que me dejaron importantes lecciones. También, a su manera, me mostraron el camino correcto.
Estudié mucho, y conocí el mundo. Siempre buscando la mejor manera de servir a la vida y, en ese intento busqué aprender y aprehender conocimientos holísticos que me aproximen de manera eficiente al alma de la gente. ¿Títulos? Ahora, a mis 75 años ya no tienen ninguna relevancia. Lo que ahora si es importante es la experiencia compartida y el fabuloso camino recorrido en compañía de seres humanos de diferente gama y condición. Todos hicieron importantes aportes para mi crecimiento personal. ¡Gracias por eso!
Capítulo importantísimo es mi familia nuclear. Mamá, abuela y, ahora, bisabuela. Esta es la mejor parte de mi ser y mi mayor logro. ¡Me siento premiada y bendecida!
No quiero abundar en más detalles que pueden decir mucho de mi “hacer” y muy poco de mi “ser”, por lo que prefiero compartir con ustedes algunos aspectos que para mí son irrenunciables y definen mi naturaleza. No sé cómo llamarlos… ¿mis normas?, ¿mis políticas?, ¿mis rutinas? Deben ser una buena mezcla de los tres, sin embargo, por esta vez los pondré en la sección de “rutinas”, mismas que procuraré mantener hasta mi instante final,. Son pocas.
• Amar sin condiciones. Que incluye servicio incondicional y absoluto respeto por “el otro” (más allá de mi familia de sangre, de mi familia extendida y de mi núcleo afectivo)…”el otro” es la humanidad… Hacer de la inclusión una forma de vida
• Estudiar, sistemática y sistémicamente todos los días, para conocer y entender mejor al ser humano y a la vida. Para ser la mejor persona que yo pueda ser.
• Escribir, al menos 500 palabras diarias sobre cualquiera de los temas que me apasionan (que en realidad son todos, porque la vida me apasiona).
• Defender sin quebrarme, con vehemencia, en todos los escenarios posibles y practicar, con profunda convicción y responsabilidad el derecho humano a decidir, siempre y cuando no afecte al derecho ajeno.
• Cuidar con pasión y respetar la naturaleza, practicado el mejor y más adecuado manejo ambiental que me sea posible
• Hacer deporte diariamente, el mayor tiempo posible, mejor al aire libre (cuando se pueda), No entiendo mi vida sin dopamina y sin oxígeno limpio.
• Cocinar alimentos sencillos, sanos y deliciosos para mi gente amada (incluyendo siempre proteína animal y, mi comida favorita, una fusión ecuatoriano mexicana que me fascina).
• Escuchar música todos los días, al menos una hora, sentada sin hacer otra cosa que rendir homenaje a la música. A la música que mi corazón y mi cerebro así la reconocen y que es, sin duda, una de mis mayores satisfacciones cotidianas.
• Rechazar con energía el chisme, el comentario mal intencionado y los juicios de valor (incluye el respeto a la privacidad, no invadir el espacio ajeno, no hacer preguntas personales, no dar consejos sin que me los pidan)
Nada de esto podrá ser cambiado, voy a defender estas rutinas con la vida, no voy a claudicar.
Además sostendré con firmeza un paradigma que también me define y que ha sido el origen de muchos y variados adjetivos. En realidad, no me han importado nunca ni los buenos y generosos ni los descomedidos. Yo sé bien quién soy, porque yo me inventé, yo me hice con virtudes y defectos, con fortalezas y debilidades, soy santa y soy demonio… A veces soy binaria y siempre soy distónica.
Pues bien, ese viejo y defendido paradigma (tiene mi edad) se relaciona con la autoconducción, con mi decisión e insistencia en ser autónoma e independiente, ser yo misma, tal y como me soñé en el vientre de mi madre. Me ha costado mucho esfuerzo, he tenido que competir conmigo misma y ahora, reconciliada ya con mis propias incoherencias, puedo decir alto y claro lo logré!!! Soy una mujer bien empoderada…
Para lograrlo y sostenerlo, he fortalecido tres capacidades indispensables: resiliencia, empatía y sinergia. Definir objetivos y establecer metas cada día y, construir indicadores que me ayuden a superar la incertidumbre hasta el día de mi muerte, amén.
Esa soy yo y ahora quedo a la espera de recibir sus comentarios que, seguramente, me ayudarán mucho a conocerlos uno por uno y enfocar de mejor manera los próximos artículos.
¡Siempre a sus órdenes!
nendarag